Público, programa, artistas, organización, sol de marzo y un cumpleaños para recordar durante muchos días. El vigésimo Encuentro Nacional de Magos Florences Gili sumó una edición única, tal y como pretendía Pro-Tamarit; colectivo organizador y alma original y continuada del evento. La foto del Encuentro 2019 la vivimos, precisamente, en la gala central del fin de semana. Un espectáculo único, con un elenco de artistas difícil de repetir sobre un escenario, con un pabellón lleno y público en la calle sin poder acceder una vez cumplido el aforo y con una imagen inicial, sobre las palabras de Pili Puso y Daniel Iturralde, que ilustró el alma del Encuentro Nacional de Magos Florences Gili: Todos los integrantes del Colectivo Pro-Tamarit en el escenario para una instantánea que resume estos veinte años y que subraya la importancia de un grupo de personas emanada del pueblo de Tamarite que un día, de hace veinte años, se propusieron hacer algo que hoy es referencia en toda España.
A lo largo del fin de semana, el ambiente del Encuentro no tuvo parangón. Desde primera hora del día –viernes, sábado y domingo-, Tamarite sabía lo que estaba viviendo y las calles y las personas así lo pusieron de manifiesto. Los magos se sucedían en los diferentes espacios dispuestos por el programa, la vía pública fue el centro del centro de un espectáculo general que, año a año, se ha hecho un hueco entre cientos de literanos que acuden, fielmente, a “su Encuentro”. A todos ellos, decenas de aficionados a la magia que también se sumaron a la fiesta y que habían viajado, principalmente, desde lugares diferentes de Cataluña y Aragón. Tampoco era extraño encontrar andaluces, madrileños o valencinos.
Poco más y mucho por venir. En Encuentro ha escrito una página sobresaliente a nivel social y cultural en La Litera, y ahora se abre una nueva etapa, en la voz de los propios organizadores –incluido el Ayuntamiento de Tamarite como primer apoyo económico del evento-, para seguir la senda marcada sin perder el esplendor conseguido. El listón se ha puesto muy alto, pero la ilusión de las personas vuela y no se detiene.