Lleno absoluto en el salón principal de la Agrupación Cultual y Recreativa (ACR) Binéfar 77, con unas doscientas cincuenta personas, para ver y escuchar el activismo ilustrado de una mujer vertical y comprometida llamada Rosa Regás. Acompañaban a la escritora, en una panegírica introducción, Carlos Arroyos, concejal de Bienestar Social e Igualdad y Julio Ollés, miembro de la junta de la ACR Binéfar 77. El acto se enmarcaba dentro de la programación que a lo largo de toda la semana conmemora en Binéfar el día Internacional de la Mujer Trabajadora (8 de marzo).
La voz y la palabra de Regás puso el acento de la razón en la “asquerosa” desigualdad existente entre hombres y mujeres dentro de nuestra sociedad. Contra la brutalidad consumada en el asesinato permanente de la violencia machista, Regás invitaba a elevar una protesta constante que logre parar esa lacra, además de cambiar el acomodo antediluviano en la educación de hombres y mujeres. El objetivo está claro: “la igualdad en dignidad y derechos”.
A continuación, ponemos negro sobre blanco algunas de las mejores frases de la escritora catalana:
El debate constante es la base de la educación. Nunca debemos hacer nada que nos hayan dicho sin que antes pase por nuestro cerebro.
El criterio es aquella facultad de impedir hacer lo que otros nos dicen. Una belleza que no explica la televisión.
La desigualdad entre hombres y mujeres es brutal y los políticos no hacen ni caso.
Los hombres que matan a mujeres consideran que estas son inferiores.
A las mujeres nos han educado en la culpa, en el remordimiento, en la sumisión… Queremos igualdad en dignidad y derechos.
Un hombre no puede llorar. La sociedad también es mala con ellos. Han sido educados para no fallar.
Hay mujeres que dicen hacer lo que quieren. Seguro: con todos menos con ella.
Ningún líder político va al entierro de una mujer muerta por violencia de género. Sin embargo, muere un soldado en Afganistán y va hasta el Rey. Es un mundo asqueroso.
La vida es un regalo extraordinario si sabemos responder anteponiendo todas nuestras facultades para hacer aquello que queremos hacer.
Nunca es tarde para ponernos en el camino de la libertad. Nunca es tarde para las vocaciones ocultas.
Tenemos que protestar con constancia y donde haga falta. No hay que acostumbrarse a la desigualdad. Que no nos venza el aburrimiento… la brutalidad.
Foto: Imagen de la sala durante la conferencia de Rosa Regás.