Mujer, joven, formada… y determinada en volver al pueblo para emprender su camino profesional. El perfil de Pilar Ardiaca Pérez no es el más común entre las chicas literanas que deciden estudiar en una capital como Barcelona, Zaragoza o Lérida y que, una vez concluida su etapa formativa, buscan desarrollarse a nivel profesional en la ciudad que les ha acogido. En el caso de Pilar, va de valores personales que nacen en un exigente ejercicio de franqueza consigo misma. Ahora, está feliz en su Algayón de siempre, mientras hace crecer esa capacidad analítica suya de ver y entender los números, la contabilidad y las finanzas.
Estudió en la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) de Barcelona, y eso ya es una realidad que cotiza al alza en el sector académico español. Pilar tenía intención de estudiar medicina, pero a la vez se sentía atraída por la economía. Al final, la decisión influenciada por el seno familiar no le está yendo nada mal: «Me gustaba tanto la biología como la economía. Pero creo que la opción resuelta de irme a Barcelona fue acertada. Hoy me siento muy satisfecha de haber cursado Administración y Dirección de Empresas (ADE) en ESADE». Pilar Ardiaca muestra una claridad, orden y elocuencia a la hora de verbalizar sus argumentos opinados que excede de la edad temprana con la que cuenta; veintidós años.
Nuestro encuentro media entre salida y salida al trote por el extrarradio de Algayón. Pilar es una deportista convencida desde niña y ahí sigue. Ahora le llaman running, pero nosotros lo dejaremos en lo que debe ser si de hablar español se trata: salir a correr. La disciplina, constancia, exigencia, autocontrol, conocerse a uno mismo para dar lo mejor de sí son valores que regala la práctica deportiva, y que pueden ser trasladados al día a día, también al nivel profesional de una persona. Oyendo a Pilar, y conociendo su inclinación deportiva, uno entiende que la palabra trabajo y esfuerzo sean parte de su idiosincrasia: «No creo en la suerte y sí en el trabajo diario. Así lo he vivido en mi etapa formativa, y es la primera condición que debe tener un estudiante para conseguir resultados y éxito». La teoría se explica mucho mejor con hechos consumados como los que presenta Pilar, porque el privilegio de poder estudiar en ESADE le ha llegado, durante los cuatro años de carrera, con una beca de la propia universidad renovada año a año y que obedecía a los mejores resultados de una alumna como la que nos ocupa. Si no hubiese sido por las cuatro becas recibidas, ESADE no hubiera sido factible. Pero la realidad es la que es y sus resultados no admiten dudas: acabó ADE con un expediente para enseñar, habiendo disfrutado de un Erasmus en la Universidad Bocconi (Milán) –undécima mejor universidad del mundo para estudiar Management- y realizó prácticas en el departamento de Marketing de De’Longhi Electrodomésticos, como Brand Manager Junior. Su condición de políglota –habla español, catalán, inglés, francés e italiano- le ha ayudado, y lo seguirá haciendo, en los destinos que hasta la fecha ha visitado.
Mientras todo eso ocurría, Pilar Ardiaca seguía teniendo una idea principal como cabecera de su futuro inmediato; volver al pueblo, regresar a Algayón. Encontrar un empleo en lo suyo que le permitiera vivir en La Litera: «Muchos compañeros me decían que cómo iba a volver con las oportunidades que se podían abrir en Barcelona o en otra gran ciudad. Bien, era mi decisión. De las cosas que más me han costado ha sido ser sincera conmigo misma. Si a mí lo que me gusta es el pueblo y la vida que me ofrece, por qué voy a renunciar a ello. Lo que me da mi tierra está por encima de lo que me puede aportar la ciudad: calidad de vida, naturaleza, volver al lugar donde nací y crecí… Y no por eso soy menos ambiciosa. Considero que aquí también puede haber oportunidades de empleo en diferentes empresas o incluso, de emprender y crear tu propio negocio». Hoy, Pilar trabaja como Controller Junior en Argal Alimentación. La empresa contactó con ella para ofrecerle el empleo. El despacho donde supervisa costes y controla los pormenores de fábrica se encuentra a cuarenta minutos de su domicilio. No es práctico, según reconoce ella misma, pero esto no ha hecho más que empezar: «Me gustaría no tener que hacer cada día una hora y pico de coche, pero lo asumo y estoy muy contenta con mi primer empleo profesional. Ahora tengo que aprender, coger experiencia y a corto plazo ya veremos. Estoy convencida de que las oportunidades se irán dando, mucho más con el desarrollo que estamos viviendo en nuestra zona». En el escenario descrito, Pilar no descarta crear su propia empresa: «De hecho, el proyecto final de carrera fue montar una sociedad con sede en Algayón y demostrar su viabilidad económica; se dedicaba a la compra venta de productos alimentarios de proximidad. Hacer realidad esa idea me parece muy interesante. ¿Por qué no?».
La experiencia de Pilar Ardiaca coincide con el objetivo que persigue el programa Conócenos, hacemos cosas apasionantes y estamos aquí, promovido por la Asociación de Empresarios de La Litera (AEL). La idea del proyecto es presentar a los jóvenes que ahora van a comenzar su fase definitiva de formación, las posibilidades que se les ofrecen en nuestra comarca a la hora de emplearse, de regresar, de cubrir el déficit evidente de profesionales que existen en no pocos casos… en definitiva, de procurar que nuestros pueblos sigan vivos y con ellos sus empresas: «Desde mi experiencia, yo les diría a los chicos y chicas que trabajen duro, que estudien. Ese esfuerzo tiene su recompensa. El programa de la AEL es muy interesante; muchas veces nos vamos de aquí sin saber realmente lo que se nos puede ofrecer. Esa idea general de igualar el medio rural a trabajos en el campo o relacionados con el sector primario es un error. Es verdad que la agricultura y ganadería son la base de casi todo, pero desde ahí se suceden y aparecen empresas que cuesta imaginar. Aquí existen oportunidades profesionales. Además, y en mi caso, puedo colmar una serie de objetivos personales que solo te los puede dar tu pueblo». ¿Y sopesarías el irte a otro lugar, si la oportunidad laboral que se te ofrece fuera casi irrenunciable? ¿Sucumbirías a la tentación?: «No es fácil hablar desde la hipótesis. Pero llegado el caso, preferiría irme lejos antes que estar cerca y tener la posibilidad de venir cada fin de semana. ¡Bien lejos! Para no tener la tentación de regresar el viernes. Por experiencia, los regresos dominicales eran un rollo. Lo pasaba mal. Espero que no se dé».
El no deseo de Pilar confirma su decisión personal. Ella disfruta paseando por las calles de Algayón, saludando a los abuelos y niños, saboreando los aromas de una infancia que fue, respirando naturaleza en sus carreras diarias… todo ello conjugado con un empeño profesional por ser relevante en aquello para lo que se ha formado y que colma sus inquietudes intelectuales. Es que es muy de Algayón.