José Antonio Ibarz ocupa la presidencia de la asamblea de Cruz Roja Binéfar desde hace medio año. El sucesor de Ernesto Romeo se deshace en elogios hacia su antecesor, y desgrana cuál es la situación de esta entidad que cuenta con alrededor de seiscientos socios y unos ochenta voluntarios.
El pasado mes de junio, Ernesto Romeu dejaba la presidencia de la Asamblea de Cruz Roja Binéfar tras 16 años ostentando el cargo. Su relevo en esta institución humanitaria ha corrido a cargo de José Antonio Ibarz. “Ernesto ha realizado un trabajo espectacular durante todos estos años. Cogió una entidad que se tambaleaba y ha logrado estabilizarla y lograr que su evolución haya sido constante”, explica el nuevo presidente, que está muy agradecido de que Romeu siga trabajando en la sombra y le eche una mano en los temas burocráticos.
La relación de José Antonio Ibarz con Cruz Roja se remonta a más de dos décadas atrás, fue en los noventa cuando este binefarense cumplió el servicio militar obligatorio en esta organización durante 15 meses. Después estuvo un tiempo desvinculado, pero hace aproximadamente diez años se reincorporó como voluntario. Ha desempeñado y sigue haciéndolo en la medida de sus posibilidades servicios sanitarios preventivos, transporte adaptado para personas con discapacidad física o servicio de ambulancia. “El tiempo del que dispongo es reducido. Mi trabajo y mi familia, tengo tres niños a mi cargo, me impiden que pueda dedicar todas las horas que me gustaría. Eso ha supuesto que haya tenido que delegar algunas de las funciones de las que antes era responsable el anterior presidente”, aclara. Nuestro protagonista recalca que los voluntarios son el verdadero motor de Cruz Roja. Actualmente la asamblea binefarense cuenta con más de ochenta personas que ofrecen desinteresadamente sus servicios, aunque no todos ellos colaboran de forma activa. “El peso para que todo lo que hacemos salga adelante es del voluntariado. Tenemos gente desde los 18 años, otros que aprovechan su jubilación, y el tiempo libre del que disponen, para aportar su granito de arena. Según el perfil de cada persona, intentamos adaptar la ocupación a desarrollar. Lo cierto es que ahora mismo contamos con un voluntariado con una media de edad muy elevada y sería necesario que de cara al futuro consiguiéramos atraer a gente joven para que se produzca un relevo generacional”, relata. La formación y el reciclaje son claves para todos y cada uno de los voluntarios que forman parte de cualquier asamblea de Cruz Roja. Cursos de socorrismo o de primeros auxilios son algunas de las posibilidades que ofertan a todo aquel que esté interesado en formarse en estos menesteres. “Nuestros voluntarios realizan una gran aportación con su tiempo y su trabajo de forma altruista. En la provincia de Huesca contamos con uno de los ratios más altos a nivel nacional respecto al número de voluntarios por habitante. Una cosa sí que puedo asegurar y es que cuando realizas un servicio recibes más de lo que das. Las personas a las que atendemos y ayudamos suelen ser muy agradecidas”, comenta.
El nuevo presidente de Cruz Roja Binéfar es un hombre muy atareado en su afán por responder a sus obligaciones familiares, profesionales y altruistas. José Antonio Ibarz lleva vinculado profesionalmente a la empresa Seguros Santa Lucía desde hace 23 años. Después de estudiar Formación Profesional en Salesianos de Monzón, pasó por las oficinas de esta entidad en diferentes poblaciones de nuestro entorno y desde hace algún tiempo es uno de los gerentes de la compañía en la provincia de Lérida. “Mi trabajo me lleva a estar casi todo el día fuera de casa. El teléfono móvil hay días que echa humo, pero gracias a él puedo atender en todo momento las cuestiones de Cruz Roja desde la distancia. Además, los fines de semana intento involucrar a mis hijos para que realicen algún tipo de voluntariado. Creo que es una buena forma para que puedan adquirir valores que les harán crecer como personas”, explica este padre de familia.
Varios proyectos novedosos rondan la cabeza de José Antonio, aunque como siempre, la falta de recursos, sobre todo monetarios, es el principal impedimento para poderlos llevar a cabo. Estas navidades, como suelen hacer habitualmente, han desarrollado una campaña de recogida de juguetes, material escolar y de comida para, de esta forma, poder ayudar a los más necesitados. “Todas las ayudas son bienvenidas. Por ejemplo, en las pasadas fiestas de Binéfar todas las primas que se repartieron en la carrera pedestre fueron donadas a Cruz Roja, y sin ir más lejos hace unas semanas se realizó un torneo de tenis en el polideportivo Los Olmos y para inscribirse había que aportar material escolar o juguetes educativos. La última tiene que ver con el roscón de Reyes del Horno de Leña Julia que nos dará un euro por cada roscón vendido en sus diferentes tiendas. Esta es una buena manera de conseguir recursos, aunque estamos barajando otras alternativas. Parece que las actividades lúdicas y deportivas están funcionando bastante bien, y nos planteamos en un futuro cercano organizar alguna actividad que pueda involucrar a mucha gente y sirva para generar más recursos para nuestra asamblea”, asiente convencido.
Cruz Roja está presente en todas las actividades para las que son requeridos por parte del Consistorio binefarense, como por ejemplo la carrera 10K o las fiestas patronales, entre otras muchas. Dos eventos de gran calado que requieren mucho personal para poder cumplir con garantías los posibles contratiempos. “Cuando tenemos que realizar alguna actividad que moviliza a mucha gente pedimos ayudas a otras asambleas como la de Monzón o Tamarite. Por otro lado, esta última temporada también hemos retornado a Los Olmos para cubrir los partidos del C.D. Binéfar gracias a un convenio que hemos firmado con ellos, y también estamos acudiendo a los encuentros del Quebrantahuesos de Rugby que desde hace unos meses disputa sus partidos aquí en Binéfar”, señala. La buena relación con las instituciones, Ayuntamiento de Binéfar y Comarca de La Litera, se complementa con el grueso de asociaciones locales y comarcales. “Estamos trabajando para poder ampliar nuestro convenio con las diferentes instituciones. Siempre buscando una relación que nos pueda venir bien a ambas partes. Respecto al resto de asociaciones, vamos a poner en marcha una serie de reuniones compartidas que nos permitan aunar esfuerzos, tener una mejor comunicación para lograr nuestro objetivo, poder ayudar a los más desfavorecidos… Esta es una manera de tener una visión más global de las diversas situaciones y pienso que puede ser muy positivo el resultado que consigamos”, recalca.
No hay que olvidar que Cruz Roja Binéfar ha sido y es pionera en distintos programas de atención a las personas mayores. Uno de ellos es el proyecto PITES que sigue desarrollándose en la zona con éxito, ya que la medición regular de diversos parámetros de salud en pacientes crónicos está sirviendo para reducir las hospitalizaciones y prevenir sobresaltos en la salud de los usuarios de este servicio. “Los voluntarios se desplazan con regularidad a las casas de las personas que están incluidas en este proyecto. Allí consultan sus constantes vitales y después las apuntan en una tablet. En el momento que hay algún parámetro que se sale de la normalidad salta una alarma y de esta manera se pueden tomar medidas para ver qué sucede”, señala.
Los primeros meses de José Antonio Ibarz al frente de esta ONG están siendo positivos, aunque espera en el futuro poder conseguir más recursos económicos para así continuar desarrollando proyectos que puedan seguir ayudando a las personas. Esta entidad tiende su mano a la sociedad desde esa generosa actitud de todos sus voluntarios. Ellos son el músculo mayor de Cruz Roja y la mejor garantía para facilitar la vida de tantas personas que necesitan de sus servicios.