Ayer jueves, la Cooperativa Láctea del Altoaragón (Copirineo), ubicada en el Polígono El Sosal de Binéfar y que reúne a 40 ganaderos de las tres provincias aragonesas y 7 de la provincia de Lleida, vertía 25.000 litros de leche por el desagüe ante la falta de mercado para la salida del producto. El hecho se producía en la explotación de Serveto (Seragro Milk), en el término municipal de Tamarite de Litera (partida de La Melusa). «Las ventas están bajando y ahí un excedente de leche que no se puede colocar en el mercado. Es curioso que somos un país deficitario en producción de leche, nos inundan de leche desde fuera y la de aquí la tenemos que tirar», señalaba el presidente de la cooperativa, José Antonio Rami. La entrada de excedentes franceses, a precios muy bajos, son los que están desequilibrando el mercado con la afección evidente al producto nacional. «Hay que advertir a la opinión pública que este gesto es necesario por parte de los ganaderos, y no se puede destinar a fines benéficos, ya que antes la leche debe pasar el filtro de la Administración para la esterilización«, informaba Rami.
Las caras de los ganaderos hablaban por si solas ante la escena vivida en la finca de Serveto. El producto no se puede conservar más allá de un par de días, circunstancia que ha acontecido con la leche que se vertía en la joranda de ayer. «Es la primera vez que nos ocurre, pero en vistas de como está el mercado es probable que no sea la última. No nos cabe duda que, tal y como está el mercado, la solución la tenemos los ciudadanos apostando por el consumo de nuestro producto», subrayaba José Antonio Rami. No hay que olvidar que la explotaciones lácteas asociadas a Copirineo son en su mayoría familiares, es decir, dan trabajo en el medio rural a la familia en cuestión, más dos o tres empleos directos que se suman a la tarea indirecta que generan en la zona; talleres, veterinarios, fábricas de pienso…
«Hay que regularizar para que el sector productor lácteo aragonés, que es competitivo, pueda tirar hacia adelante y resolver cuestiones como las distorsiones dentro de la cadena alimentaria«, concluía José María Isábal, concejal de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Binéfar, veterinario y empresario ganadero.
Foto: Escena del vertido en la finca de Seragro Milk.