Pili Ollés es la responsable de esta nueva iniciativa agroalimentaria. Junto a la ayuda de su pareja, Jorge, elaboran todo tipo de productos de las colmenas, desde miel, polen, jalea real, propóleos. Disponen de colmenares en diferentes lugares de la provincia de Huesca y trashuman las colmenas en busca de floraciones, permitiéndoles ofertar diversas clases de mieles y obtener productos de gran calidad, que además tienen numerosas propiedades curativas.
A principios de este año, Pili, arrancaba una aventura que en los últimos meses se ha intensificado. Antes de esta fecha, hubo mucho trabajo, muchas horas de sacrificio, llamadas de teléfono, planificación, viajes, cursos… y todo en busca de hacer un sueño realidad.
“Desde muy pequeña he sido una enamorada del campo y apasionada de las plantas, especialmente de las aromáticas y medicinales. Durante los últimos años, siempre que mi trabajo y agenda me lo permitían, intentaba participar en los diferentes cursos, jornadas y eventos relacionados con este mundillo”, explica esta joven de San Esteban de Litera. Uno de los momentos claves en esta historia, se produjo hace aproximadamente cuatro años, cuando Pili asistió en Badajoz a un congreso realizado por el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura. Allí, y durante una semana, pudo disfrutar de diversas ponencias y charlas de diferentes agentes del ámbito de las plantas aromáticas y medicinales: desde investigadores, técnicos, productores nacionales e internacionales, hasta empresas transformadoras. “Fue en tierras extremeñas donde me dije a mi misma, este mundo me gusta, tiene posibilidades y se puede vivir de ello”, comenta la impulsora de este negocio. A partir de ese momento, y gracias a la red de contactos que consiguió elaborar, comenzó a edificar un proyecto que poco a poco ha ido evolucionando y que hoy en día se ha convertido en una realidad bajo el nombre de “Miel y Aromas del Pirineo”. Este proyecto con sello literano comercializa diferentes productos como la miel, polen, jalea real, propóleos, todo ello conseguido con colmenas que mueven por toda la provincia de Huesca en busca de floraciones especificas de las diferentes plantas, como romero, tomillo, trébol, brezo, roble, encina… de esta manera logran conseguir mieles y productos de la colmena con unas características que los hacen especiales. “Nos gusta explicar a nuestros clientes que la naturaleza es sabia, posee los principios para curar dolencias y para darnos salud, nuestros productos son un claro ejemplo de ello”.
Un enjambre de abejas, forma la sociedad más organizada y coordinada que existente hoy en día en la naturaleza. En el que hay una reina, que tiene como misión principal poner huevos, entre 100 y 3000 diarios, después tenemos los zánganos que se encargan de fecundar a la reina y por ultimo las obreras, en mayor cantidad, estas en función de su edad realizan un trabajo u otro, así las más jóvenes se encargan de limpiar la colmena, después pasan a alimentar a la cría, a continuación hacen la función de guardianas y cuando son mas veteranas pasan a explorar floraciones, pecorear y recolectar néctar. “La flor y las plantas marcan la clase de miel, pero el trato y cariño a las abejas, y el buen manejo de las colmenas también inciden en la calidad del producto. Además, es vital saber los momentos en los que hay que realizar su corte, extracción y maduración”, comenta Pili Ollés, que realiza todo el proceso de preparación y envasado en San Esteban de Litera. Antes de comenzar su labor como Apicultora, nuestra protagonista invertía parte de su tiempo en la botánica, las plantas aromáticas y medicinales. Ahora interrelaciona ambos campos, y además de los productos antes mencionados, también prepara sacos térmicos para los dolores, o cosméticos totalmente naturales. “La relación de la abeja con la flor es ancestral y muy importante para mantener tanto el equilibrio ecológico, como la producción agraria. Y ya lo dijo Einstein, si se extinguieran las abejas, los humanos desapareceríamos en dos años”, añade sonriente.
Los últimos meses están siendo realmente intensos para esta joven marca literana, que poco a poco está dando a conocer su nombre por toda la provincia de Huesca e incluso más allá de Aragón. La presencia en diversas ferias y la visita a establecimientos de la zona, donde realizan catas y degustaciones, son aprovechadas para concienciar a la gente de los muchos beneficios de la miel y la importancia de la abeja para la naturaleza y las personas. Es por ahora, la mejor forma de darse a conocer entre una clientela, que según reconoce, “está respondiendo muy bien”. Para que todo este trabajo, tanto en el origen como en el desarrollo, haya podido llegar a buen puerto ha sido clave la ayuda incondicional de Jorge, su pareja. “Actualmente me está ayudando a llevar toda la actividad. Incluso tenemos en mente ampliar el número de colmenas y desarrollar nuevos productos, por lo que trabajo hay de sobra para los dos”, índica esta apasionada de las abejas. Después de todo lo expuesto es hora de probar, degustar y disfrutar de los productos de Miel y Aromas del Pirineo. Anoten donde pueden encontrarlos: en el Restaurante el Prado de San Esteban; en Binéfar disponen de puntos de venta en Bodega Isabal, Carnicería Pardos, Frutas y Verduras Esther, Herboristería Natural y Carnicería Ricardo; Frutería Disfruta lo natural, en Tamarite y, finalmente, en Monzón, Expósito Mingote.
Por otro lado, tienen en marcha un proyecto relacionado con la sensibilización y concienciación del mundo apícola y desarrollo de nuevos productos. “Muy pronto tendremos disponible, conjuntamente con Valonga, un producto de proximidad; miel con nueces que aprovecho para recomendar a todo el mundo, incluso al que no le guste la miel, ya que mucha gente me ha dicho que a partir de probarla, les ha empezado a gustar y de esta manera han podido beneficiarse de las ventajas para la salud que supone una dosis diaria de la miel”, concluye Pili Ollés.