España puso en el mercado y vendió para su consumo durante el año pasado 1,3 toneladas de carne de vacuno engordada ilegalmente con sustancias nocivas para la salud, según la investigación abierta hace meses por la Guardia Civil y que se ha saldado con 14 imputados en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lérida. Se les acusa de delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental.
Las investigaciones arrancaron el año pasado, tras confirmar un caso de engorde ilegal de ganado vacuno en granjas de las comarcas de La Litera y del Bajo Cinca. Las pesquisas se fueron extendiendo, se inspeccionaron más de 30 instalaciones y han acabado con la detención de estas 14 personas, según han informado este jueves fuentes de la Guardia Civil. Las mismas fuentes han indicado que se han detectado ramificaciones en otros países europeos, que la operación sigue abierta y que no se descartan nuevas detenciones.
Se estima que en 2015 se pusieron a la venta más de 1.300.000 kilos de carne presuntamente engordada con productos ilegales y que podían ser nocivos para la salud en dosis altas. En el operativo se recogieron más de 150 muestras de ganado bovino de treinta explotaciones ganaderas y mataderos y los análisis de pienso, carne y orina arrojaron un resultado muy por encima del límite máximo de residuos en córtico-esteroides.
El caso se está instruyendo en el Juzgado número 1 de Monzón. La red operaba en granjas que enviaban sus animales engordados ilegalmente a mataderos de Aragón y Cataluña, desde los que la carne era distribuida al mercado de consumo. Los ganaderos introducían en el alimento de los animales unas sustancias beta-antagonistas de difícil detección y posteriormente administraban dexametasona, según han podido determinar los investigadores. Con estas prácticas ilegales conseguían un sobrepeso de entre 40 y 60 kilos por animal, lo que permitía obtener un beneficio extra por cabeza de ganado, ya que el precio de la carne en lonja es de unos 5 euros el kilo.
Foto: Inspecciones realizadas por el Seprona en diferentes explotaciones de la zona oriental de la provincia de Huesca.