03.12.2016
La Fundación Crisálida de Camporrells inauguró las tres casas sociales que darán alojamiento a varios de los chicos que forman parte de la fundación. La fecha no podía ser más acorde con el hecho, ya que el 3 de diciembre se celebraba el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
La consejera del Gobierno de Aragón, Marivi Broto, el alcalde “Pepito”, la diputada provincial, Susana Blanes, el presidente comarcal Chauvell o la vicepresidenta de la Fundación “Baltasar Garzón”, Carmen Durán… además de un centenar de amigos de Crisálida; todos con la Fundación y con sus componentes en otra jornada especial, aunque la que nos ocupaba tenía rango de histórica para Crisálida. Lo verbalizaba Jacinto Marqués, presidente de la Fundación, y lo atestiguaban las caras de ilusión de Aleix o Iris. Ellos serán dos de las personas que ocupen una de las viviendas prefabricadas y perfectamente acuñadas sobre un espacio físico, casi literario por la natural belleza de su entorno y vistas.
Con esas tres viviendas, una de ellas puesta a disposición por parte de Crisálida para cualquier necesidad social de la zona, incluida la posible llegada de una familia de refugiados, se cierra el círculo pretendido por el colectivo camporrellense: acoger a personas con discapacidad, darles trabajo (horno de pan) y ofrecerles una vivienda que abone sus vidas hacia la plena autonomía. Dicho y hecho después de ocho años de empeño y cavilaciones. La realidad de Crisálida fue reconocida por Marivi Broto y el resto de autoridades en sus diferentes parlamentos. Cabe recordar que la financiación de estas tres viviendas son fruto del trabajo de la Fundación y la colaboración de particulares y empresas a través de su responsabilidad social corporativa. En este aspecto, uno de los mejores ejemplos es el de Fribin y su apoyo total al proyecto de Crisálida. De hecho, en la jornada que nos ocupa no faltó la presencia de Cristina Gallart, presidenta del Consejo Rector de la empresa binefarense.
La nota emotiva y simpática de la mañana la pusieron Aleix e Iris, cuando el primero hizo coincidir el final del acto de inauguración con la pedida de mano a su futura esposa. Las lágrimas de gozo se entremezclaban con sonrisas satisfechas. El día merecía un final así.
Foto: Las autoridades, en un momento de su visita a las tres casas inauguradas