1ª LO QUE HAY DETRÁS de estas voces iniciales conecta con un músico de Binéfar, hiperactivo por defecto. Su estado perfecto tiene como protagonista a una guitarra acostada en sus manos, aunque la vida obliga a mil otras cosas que resuelve sin menoscabo; la hiperactividad es lo que tiene. Y ahora tiene canciones y gusto por grabarlas, y objetivos señalados, y riesgos asumidos, y escenas limitadas y ánimo ascendente sin condición que valga derivada de sus cuarenta y cuatro inviernos en la Tierra. “El nombre de Corzanius viene de lejos. Hay dos versiones diferentes acerca del origen y ambas se remontan a mi etapa con De Noche. A la hora de elegir un nombre, yo no quería el mío propio; en España un nombre y apellido se iguala a cantautor. Es cierto que al principio lo de Corzanius no me gustaba del todo, pero debo reconocer que ha funcionado y que ahora no me desagrada”. Carlos Corzán comienza nuestro encuentro hablando de la denominación que distingue a la banda de rock and roll que lidera, acompañado de tres músicos que le siguen en gustos y apreciaciones musicales; Lluis Parisé (teclados), Jacinto Cónsul (batería) y Dani Escolano (bajo).
2ª MÁS, MÁS y segunda colección de canciones que, en estos momentos, Corzán y los suyos están grabando en un estudio de Almacellas. Sin la urgencia capaz de vencer la virtud creativa, pero sin la pausa aburrida que tanto seduce a la nada, Corzanius se ha propuesto hacer un trabajo esmerado y profesional, no exento de osadía indeterminada. “Han transcurrido cinco años entre mi primer disco (“¿Sabes quién soy?”) y éste segundo (todavía sin título genérico). El primero salió por casualidad. Tenía una serie de canciones y me apetecía grabarlas sin más pretensiones. De aquello derivó un disco, numerosos directos y ahí se quedó. Ahora es diferente. Este trabajo está pensado, planificado y hay unos objetivos. Mi intención ahora es otra”. Objetivos que se acercan a probar sin complejos en un mundo como el musical donde dos y dos suman aquello que cada productor quiere que sume. Carlos Corzán conoce esa condición arbitraria que acompaña a la mayoría de canciones que a diario oimos, muchas veces, sin escuchar. La dificultad se asienta en el poder de convencer a unos pocos para que tu música llegue a unos cuantos millones de oyentes o televidentes o, simplemente, clientes. “Estoy aquí con estas canciones y con la intención de hacerme un hueco en una compañía o en una agencia de management…”.
3ª EL HOMBRE QUE NUNCA DIJO NO a todo lo bueno que sonaba en dos bares principales de Binéfar, hoy reconoce aquella influencia traducida en cultura musical que acuna ritmos y melodías en sus noches de insomnio y libreta a pie de almohada. “Mis influencias musicales son dos principales; el Novecento de Manolo y el Estravolto de Maxi. Si esos dos lugares emblemáticos para cientos de jóvenes en aquella época no hubieran existido en nuestras vidas, yo no estaría tocando estas canciones. Esos dos bares son la base de lo que ha ocurrido en los últimos años, musicalmente, en Binéfar”. Vinilos que siguen girando con esmero sobre el plato de nuestra memoria sonora más preciada y distinguida. Canciones y bandas que no admiten el olvido de una vida desatenta. “Si tengo que reconocer nombres concretos, tendría que dividirlos en tres partes; la americana (Tom Petty, John Cougar, The Jayhawks…), la británica (The Beatles, Paul Weller, Oasis…) y la española (por encima de todos, los 091)”. Buen paladar, gusto exquisito, producto gourmet. Corzanius sienta sus bases creativas sobre estímulos irreductibles.
4ª SOMOS DE OTRA GENERACIÓN o por lo menos eso dice el número y fecha que nos identifica. Los riesgos son asumidos con arrogancia celeste por ese lado desacomplejado que todos tenemos y que solo algunos exploran. Si algún verbo conjuga Corzán es el “creer”, y añado, “en lo que hago”. Su edad le pertenece para avanzar por la vía más rápida, que no sencilla, y no detenerse al costado de viajes a ninguna parte. “Las canciones de mi disco pretenden ser arriesgadas ¿Porqué no puedo hacer un tema rápido o diferente a lo que se podría esperar de mí? No quiero prejuicios, me sale esto y mis cuarenta y cuatro años no me van a condicionar. La música son sensaciones y eso es lo que me inspira”. Axioma indeleble que da la mano a una creatividad consciente y reconocida por el autor. “Soy un creador, en este caso de canciones, que busca agradarse para después creerme que puedo agradar”.
5ª EL UNIVERSO SE ESTIRA por el flanco que más cautiva a Carlos Corzán. Su historia se ha escrito sobre un folio en blanco asaltado a deshoras por las notas de una guitarra. Para empezar, y con catorce años, “Víctimas”, con Oscar Villas y Jaime Solans. Ensayos adolescentes que fueron a desembocar en un primer concierto a orillas de la Plaza de La Litera, centro del centro en una época sin comparación posible ni doble futuro que le aguarde. Más tarde vendría su inseparable Juan Magri, en el proyecto conjunto de “Juan Vida”. Episodio llevado hasta extremos que rozaron la puerta del éxito, aunque, finalmente, todo quedo en una página capital en el corazón de los dos inspiradores, Festival de Benidorm, incluido. “En aquella aventura de Benidorm me di cuenta que todo es una mentira. Allí, la gran mayoría, nos daban como ganadores o como uno de los máximos favoritos. Al final, gano el amigo, del amigo que al año siguiente fue director de la orquesta del festival”. Paralelamente, Corzán seguía su trabajo profesional en el grupo De Noche, hasta que hace un lustro cambió el paso de sus pasos para dejar los viajes, las furgonetas y las noches sin dormir en beneficio de una decisión que le acercaba a los suyos, como el suele decir y titula, “a mi gente”. Pero tal y como el pez gusta del agua, Corzán prefiere no olvidar sus veintisiete guitarras … que no piden pan, pero anhelan acordes de madrugada. De esa irremediable intención nace Corzanius.
6ª BITELS es una canción que anuncia lo que vendrá. Aquí, el autor no se ha afanado por sorprender en un claro guiño-homenaje a Lennon-McCartney, por si existía alguna duda. Es la excepción que confirma una regla abonada a la intención de impresionar. Una vez ideada la pieza, todo se desarrolla en la grabación y en ello está. “Me lo estoy pasando muy bien grabando. Van a ser dos meses, en días discontinuos, donde intentaremos dar a las canciones todo el brillo real que merecen”. Durante este “tiempo REC”, Corzán hace de todo; dirige, toca y produce. Nada le es ajeno, ya que en cualquiera de esas facetas los años los suma con sus manos y ayuda amiga. “Como más cómodo me siento es componiendo y tocando. Grabando también disfruto mucho y lo que más me cuesta es cantar, pero como buen autodidacta intento aprender cada día”. En Almacellas y en el estudio de Txabi Ábrego, las horas no pasan en balde, mientras se analiza el mejor modo de equilibrar, suavizar o preponderar un segundo y medio de guitarra sin cuartel.
7ª UN DÍA DE RABIA y orgullo mesurado por todo lo que fue y todavía permanece. “Me considero un superviviente de todos aquellos años. Ahora, creo que no queda nadie a excepción de Pirilli. Yo voy a intentar que este disco sea el que me de la posibilidad de seguir mucho más tiempo, y si no es así, no pasará nada”. El discurso de Corzán no se detiene en ornamentos verbales que reduzcan el mensaje, y mucho menos cuando habla de su música y composiciones presentes. “Si la gente llega a escuchar lo que estamos haciendo, estoy seguro que le va a gustar”. Lo dicho, sin subterfugios para una galería repleta de ojos vigilantes y verbos afilados, Corzanius concluye. “Creo mucho en lo que hago y estoy convencido que puedo aportar sensaciones diferentes y positivas a una persona que escuche mis canciones”.
8º SIN RED que atenúe los vértigos de lo que pudo haber sido y no fue. Es hora de jugar fuerte sobre unas composiciones que destilan intenciones. Desde aquel primer disco en 2009, el tiempo no ha pasado de largo por los días del compositor e intérprete. “He escuchado mucha música y con todo intento innovar y arriesgar a través de sonidos elaborados y canciones más complejas. Creo que tengo la creatividad necesaria para hacer algo nuevo. Además el “low cost” con el que trabajo resulta muy creativo”. Inicialmente, el resultado de los sesenta días en Almacellas no va a asegurar un disco a la venta. En su caso, eso llegará después de dar a conocer las canciones en directo, al público y en privado, a los posibles conseguidores. “La intención es demostrar que tenemos banda, canciones, realidad, directo y muchas ilusiones”. La red aguanta, casi, todo. La autoproducción y el esfuerzo admiten límites que Corzán no tiene intención de sobrepasar. “El dinero, el tiempo, los favores de amigos tienen un límite y hasta ahí llegaré”.
9º EL SABOR DEL MES (The Posies) va a dejar un regusto ideal a Corzanius. Monzón, Graus, Lleida, Huesca, Binéfar (7 de febrero, pub Z), Zaragoza y Barbastro. Siete citas, siete conciertos y siete espacios donde valorar el grado de empatía de los presentes con esos nuevos temas. “Los conciertos nos están ayudando a entrenar la banda y eso nos va a venir muy bien para la grabación que estamos acometiendo en paralelo”. Para Corzán, el directo guarda argumentos irrenunciables para el que se sube a un escenario. “Eso es otro mundo. Tocar para gente que quiere escucharte y que le gusta lo que haces debe ser la leche. Yo eso todavía no lo he experimentado”. Sus muchas horas de escenario, casi siempre se han visto acompañadas por temas de otros autores. El público disfrutaba, pero… “Ahora son canciones propias y eso no tiene nada que ver con tocar temas de otros artistas”. El ritual de lo habitual ha dejado de ser en beneficio de la creatividad personal.
10º PÁJAROS EN MI CABEZA que aprovechan el sueño de la razón para sobrevolar el universo de ese Peter Pan que todos llevamos dentro. “Me encantaría ir por la Gran Vía de Madrid y que por mi lado pasará un conductor con su coche y con una canción mía en el cd. Eso tiene que ser total. ¿Por qué no? Es difícil, pero no imposible”. ¿Por qué no? Es difícil, pero España ganó el Mundial de Sudáfrica.