El Centro de Formación de la empresa cooperativa Agropienso ha sido acreditado por el Inaem para impartir tres especialidades formativas que hasta la fecha no se realizaban en Aragón. Producción porcina de reproducción y cría, producción porcina de recría y cebo y actividades auxiliares de ganadería son los estudios que se podrán realizar y los alumnos, que superen la etapa formativa, obtendrán el Certificado profesional, con carácter oficial y validez en todo el territorio nacional expedido por el INAEM. Estas materias se complementarán con otras que ya se impartían hasta la fecha como: cursos de bienestar animal para explotaciones ganaderas, y, también a partir de ahora, al haber sido homologado por el Gobierno de Aragón como entidad formadora, cursos para la utilización de productos fitosanitarios y bienestar animal para transporte de ganado Toda esta nueva propuesta educativa, dirigida tanto a sus socios y trabajadores, como a cualquier persona que quiera formarse en materia ganadera, es el resultado de la apuesta firme y decidida de Agropienso, desde su constitución, por la formación y la innovación como herramientas claves para optimización de las explotaciones y la viabilidad del sector.
Como señala su gerente, Carlos Camañes, “siendo el sector ganadero el referente en nuestra zona, veníamos arrastrando, a nivel general, unas carencias formativas regladas importantes y un cambio de modelo (el entorno familiar del ganadero no continuaba en esa actividad ) lo que provocaba un déficit de conocimientos significativo del personal contratado, siendo el propio ganadero quien debía asumir, a título individual, esa formación, larga y continua. La importante inversión que requiere una explotación y los continuos cambios en los procesos requiere de un personal más cualificado ya que de ello depende, en gran medida, su rentabilidad”. Camañes confirma la apuesta de Agropienso por la formación. “Estamos convencidos que la formación de calidad y adaptada a las necesidades del entorno, junto con la innovación constante, es la clave. Aumenta la productividad, la satisfacción del cliente, la adaptación de la empresa a los cambios constantes del sector, así como en el trabajador: reduce accidentes, su implicación con la empresa es mayor y sus posibilidades laborales aumentan. Por ello, consideramos que nuestro centro de formación, aunque supone una inversión constante y elevada (hemos tenido que acondicionar una granja, además de aulas, para impartir las materias) es necesaria, tanto para la empresa como para el entorno en general. Queremos ofrecer una formación de calidad, adaptada a las necesidades concretas que nosotros detectamos y a las que nos ha trasladado la Asociación de Empresarios de La Litera, que tienen una visión más general del entorno, implicándose en este proyecto desde el primer momento”.