El sol despierta en la mañana del lunes 10 de abril de 2017 con brillo propio. Faltan 5 minutos para que sean las 8 horas, momento programado por la dirección del nuevo Hotel Ciudad de Binéfar para abrir sus puertas. Mil novecientos diecisiete días han transcurrido desde aquel 8 de enero de 2012, fecha de cierre del Hotel La Paz.
Minutos antes de la apertura de puertas –hotel, cafetería, asador, parking- algunos curiosos se concentran entorno a la fachada principal del edificio. Los comentarios giran sobre la obra y sus dimensiones a la espera de saber quién será el primer cliente que cruce alguna de las puertas del nuevo complejo hostelero. A falta de 3 minutos para las 8 de la mañana, el empresario y promotor de la obra, Luis Clavería, llega con su coche y entra al parking. Mientras, el servicio de limpieza da los últimos retoques en la misma puerta del hotel. Dentro, camareros, recepcionista, maitre, más servicio de limpieza y la misma directora van de un lado a otro ultimando detalles. Todos saben que están a punto de vivir un momento especial… histórico en la vida de este pueblo. Llega Clavería, falta un minuto para las 8 y observamos que la plantilla esperaba a su jefe para, ahora sí, abrir puertas. Es el mismo empresario el que se encarga de accionar el automático que abre la puerta giratoria que da acceso a la recepción del hotel. Una vez confirmada la apertura, se hace lo propio con la puerta de la cafetería. Son las 8 y un minuto de la mañana, y el Hotel Ciudad de Binéfar ya es una realidad.
No transcurren ni treinta segundos para ver cruzar la puerta de la cafetería el primer cliente… Arturo Jubero. Con paso tranquilo, se instala en el interior del edificio y saluda a Luis Clavería. La enhorabuena va acompañada de un presente –una caja de hierbas aromáticas-. Al cliente inaugural le siguen varios madrugadores en busca de su primer café. Todos reflejan en sus caras y comentarios el momento singular que están protagonizando. La barra se va llenando, y las camareras atienden a los primeros clientes, también sabedoras de que la escena tiene mucho de especial: “¡que sea el principio de algo bueno! ¡Qué nos vaya muy bien!”, nos comenta una de las trabajadoras, natural de Barbastro y residente ya en Binéfar por mor de su nuevo empleo en el Hotel Ciudad de Binéfar. Consecuencias positivas para un pueblo que hoy estrena un indudable foco de atracción y dinamismo.
Foto: Entrada de los primeros clientes del Hotel Ciudad de Binéfar